Aspectos de fondo
Costumbres.
En la comunidad de Santa Cruz Atzcapotzaltongo se
acostumbra asistir a misa dominical de 7a.m., donde asisten la mayoría de la
población mayor de 40 a 80 años aproximadamente, 11a.m. este horario es
especialmente para la escuela de catequesis donde el párroco la realiza más
amena para todos ellos, 1p.m. aquí la acude la mayoría de la ciudadanía adulto joven, adultos resaltando que en esta
misa se dejan ver familias completas, además de personas de otras comunidades a
las que se les recibe con un fuerte aplauso iniciando la celebración 6p.m. dedicada a jóvenes.
En misa comunitaria los días domingos se es común ofrecer
una acción de gracia hacia los familiares que han fallecido, existiendo también
bautizos o celebración comunitaria ósea que asiste toda la comunidad de Santa
Cruz Atzcapotzaltongo sin que acuda al festejo posterior, solo los invitados.
Otra costumbre dentro de la comunidad a la celebración de Semana Santa es que los
días viernes después del miércoles de ceniza se acostumbra a salir a recorrer
las calles donde se representan las 15 estaciones del viacrucis, previo al día
en que se lleva a cabo, En estos días acompaña poca gente comparado al día en
que se viven los días santos. En un periodo de 40 días la mayoría de la gente
tiene el hábito de ayunar, visitar a enfermos, y orar. Y los días viernes a no
comer carne roja como: de cerdo o de res.
Santa Cruz Atzcapotzaltongo cuenta con muchas costumbres
positivas. Como por ejemplo visitar los días domingos a la familia y convivir
después que no se puede durante toda la semana. Salir a desayunar o comprar el
mandado; el mandado es llamado así por los adultos mayores lo cual la palabra
refiere a realizar la compra de lo que falta en casa lo más típico son verduras
y frutas que se venden en el mercado.
Los días miércoles y domingos se establece el mercado
donde la mayoría de la gente surte su mandado para la semana.
Tradiciones.
Día de la Santa Cruz.
Esta celebración inicia el 3 de mayo con la bajada de las
cruces y su bendición; para esta festividad se nombran grupos de mayordomos
integrados por 5 o 6 personas, dando un total de 20 a 25 participantes, quienes
se dividirán los gastos generados en la celebración. Mientras algunos costean
la misa, otros pagan los castillos, y algunos más darán hospedaje y alimento a
los músicos y a la banda. La fiesta dura de cuatro a cinco días con los
tradicionales juegos mecánicos, juegos pirotécnicos, música y antojitos, entre
otras diversiones.
Día de San Isidro Labrador.
Se celebra el día 15 de mayo, inicia con una misa a la
que asiste la comunidad e invitados de las diferentes cuadrillas que componen
los poblados de Metepec, Santa Ana, San Francisco Coaxusco y Hacienda del
Carmen, entre otras; acuden a esta celebración personas disfrazadas
(mojigangas) que recorren las principales calles del centro y del ejido.
En este desfile también participan carros alegóricos, bicicletas
y adornados; este desfile es encabezado por la imagen de San Isidro.
Durante el recorrido un comité calificador premia a los
mejores disfraces y el mejor adorno del carro; los dueños de negocio participan
con obsequios destinados a los ganadores. En el desfile se tiene por costumbre
que las personas que tienen su casa en las calles por donde pasa la
peregrinación, les ofrezcan alimentos a los participantes.
Finalmente, los anfitriones ofrecen un convivio a las
cuadrillas visitantes, ya que estas colaboran con tamales, galletas, etc.
Las cuadrillas se integran por un capitán, una capitana y
un mayor, así como por personas de la comunidad.
Día de nuestra Señora de los Dolores.
La celebración se lleva a cabo el día 15 de septiembre,
al igual que en otras, los mayordomos son quienes se encargan de cubrir los
gastos necesarios de la misa y juegos pirotécnicos. También se instalan gran
variedad de puestos, juegos mecánicos y se ameniza con música, para darle gran
ambiente a la fiesta.
Ofrendas del Día de Muertos.
Se empieza a colocar desde el 28 de octubre al 3 de
noviembre; en este acto se ofrecen flores, agua, y el alumbramiento de la tumba
de nuestros fieles difuntos con ceras encendidas; también se acostumbra a poner
un altar en las casas, ya que de esta forma nuestros muertos llegarán y comerán
su mole, tomarán su atole champurrado, y su fruta.
Dentro de las viandas que se coloca en las ofrendas
encontramos: plátano, manzana, ciruela, chayote, cacahuate, guayaba y el
tradicional pan de muerto, hecho por las personas de la comunidad.
También se ponen flores de todos tipos, pero la que más
predomina es el cempazúchitl, y se aromatiza el ambiente con incienso y copal.
A las 12 horas del día dos de noviembre, se riegan pétalos desde la entrada de
las casas hasta las ofrendas. A esa misma hora replican las campanas de la
iglesia.
Arrullo del Niño Dios.
Se realiza el 24 de diciembre, casi siempre en la iglesia
ya que se lleva a cabo después de escuchar misa, aunque algunas familias lo
hacen en sus casas.
Después de arrullar al niño se reparten dulces y se
convive con los padrinos del Niño Dios.
Funerales.
Cuando muere una persona, se le hace un velorio
acompañado de cantos, mejor conocidas como alabanzas, y a la gente que se
asiste a éste se le ofrece café. Al siguiente día se abre la sepultura en el
panteón y finalmente se lleva a enterrar al difunto.
En algunas ocasiones se acompaña al occiso con música
hasta el sepulcro, tocando marchas fúnebres y las piezas que fueron de su
agrado cuando vivía.
Se reza durante nueve días en la casa del difunto y en
este último día se “levanta la cruz”, esto quiere decir que se realiza un
ritual en donde en primer lugar se reza el rosario normal, con la
característica que en este día se le da a cada persona una cera y una flor,
durante el rosario la cera permanece encendida simbolizando que es la luz que
iluminara su camina hacia Dios y al final del rosario pasan a besar la cruz
como símbolo de despedida, dejar limosna y la flor. Se acude a dejar la cruz al
panteón, y al regresar se ofrece de comer a las personas que acompañaron a la
familia en esta ceremonia, comida en la que se sirve mole, arroz y frijoles.
Posteriormente al año se realiza otra misa en donde se
lleva una cruz de mármol en la que lleva grabado el epitafio.
Pedida de la novia.
En tiempos pasados, cuando una muchacha se iba a casar,
el sacerdote se encargaba de pedirla; en su defecto la hacía otra persona,
quien llevaba una cera con un moño blanco y al cabo de ocho días se daba
respuesta a la petición, fijándose la fecha de la boda. Desde ese momento, el
novio le tenía que dar dinero a la novia para sus gastos, lo que probaba que
era responsable y podía casarse.
La mujer, por su parte, elaboraba ropa para su futuro
marido. Todos los días la muchacha tenía que hacer tortillas calientes para
darle de almorzar a su prometido, ya que el hombre tenía que ir a barrer los
corrales de sus futuros suegros, y si la novia iba a la casa del novio, ella
tenía que encargarse de preparar el desayuno. Esta costumbre se repetía todos
los días, hasta que llegara la fecha de la boda.
Refiriendo que esta tradición ha cambiado porque ya es
una comunidad urbana.
El casamiento.
Anteriormente este se acostumbraba celebrar únicamente
los domingos de 7 a 9 de la mañana.
Después de la misa, el padrino de los novios les ofrecía
un desayuno que consistía generalmente en atole, tamales y pan. Además de ofrecer el desayuno, el padrino
era responsable de comprar las arras, pagar la misa y música de viento, adornar
la iglesia, y darle de almorzar al sacerdote. Después del desayuno, los novios
se iban a casa de la novia. Pues sus padres ofrecían tamales de haba, arroz y
pulque; se asistía a la casa del novio, quien ofrecía mole y un guajolote
entero cada padrino; con ello se les agradecía y se daba a conocer a los
asistentes quiénes habían apadrinado la boda.
Actualmente las bodas son ya celebradas de manera
distinta a la antigua debido a distintas maneras de pensar.
Rosarios especiales.
Todo el mes de Mayo las niñas le ofrecen un rosario y
flores a la virgen María. Y en el mes de Junio al señor San José por los niños
a partir de las 5 de la tarde.